En el artículo de hoy del blog de practicando la comunicación no violenta, nuestra experta facilitadora en cnv, Francina Balagué, nos sigue animando y explorando la conexión con nuestras niñes y todas las que nos rodean, siguiendo el hilo del artículo dedicado a “Les niñes y sus necesidades”, parte II, donde el aseo emocional juega un papel muy importante. Disfrútalo y danos tu opinión.

 

 

 

 

¿Qué puedo hacer yo para que les niñes sigan conectades a lo que sienten y necesitan?  ¿En qué puedo ayudar para que su proceso de socialización no pase por sacrificar esta conexión para adaptarse “lo mejor posible” a nuestra familia, sociedad, etc.?

 

Des de que conocí la CNV hace más de 10 años, me parece tan increíblemente válido estar conectada con mis sentimientos y necesidades que, des de bien pequeñes, he acompañado  y voy acompañando a mis hijes y a cualquier niñe con la que me he relacionado, a hacerlo.  No se trata de una deformación profesional sinó de una voluntad de contribución a un cambio social y  de una manera de estar en el mundo. 

 

Hoy presentaré, de manera concisa, 4  premisas básicas para, según mi experiencia y criterio,  “ACOMPAÑAR A LES NIÑES PARA QUE CONECTEN CON SUS SENTIMIENTOS Y NECESIDADES”

 

 

1. Mantener mi autopráctica de “aseo emocional”
2. Ofreciendo y naturalizando un vocabulario amplio de SENTIMIENTOS y NECESIDADES
3. Tratándoles como me gustaría que me tratasen a mí (y a los otros seres vivos).
4. Dando un buen ejemplo: tanto en el trato con elles y con los demás seres vivos, como compartiendo mi práctica de aseo emocional.

 

¡Cada uno de estos puntos, da para un artículo entero! Los iré explorando y dando herramientas para ponerlos en práctica. Hoy se trata de presentarlos para que te vayas cuestionando si tienen sentido para ti y para seguir animándote con la “autopráctica del aseo emocional”.

 

Realmente, cuando las utilizo y soy constante en ello, me funcionan y veo los resultados en seguida; más harmonía en el hogar, más colaboración, menos peleas entre elles, más tiempo de juego y confidencias, más descansada y relajada voy….

 

Pero, ¿qué podemos hacer cuando NO hemos tenido esta actitud empática, cuando nos ha faltado paciencia y no les hemos tratado cómo les pedimos que nos traten o no les hemos dado ese ejemplo? Pues, a mí lo que me sirve es

 

-  parar, darme cuenta de que me he desviado del camino que quiero andar y mencionarlo:

 

 Si ya conocen LA JIRAFA y el CHACAL, puedo decir algo como:

 

 ¡Uf!, parece que han salido nuestros chacales en manada, o !familia¡, por aquí oigo mucho aullido, me da la sensación que estamos chacaleando demasiado y el ambiente no me está gustando, vamos a intentar sacar a pasear las jirafas antes de que llegue la sangre al río….”.  

 

Normalmente mencionar a los chacales y jirafas le quita peso al asunto… si conecto con la Francina juguetona, puedo sacar las marionetas de la jirafa y el chacal y hacer la payasa, aunque no siempre sean bien recibidas, a mí me ayudan a conectar, son como una varita que me permite hacer “la magia de la empatía” y a partir de ahí, voy reconduciendo entre reflejos y cosquillas.

 

Yo soy partidaria de explicarles que a mí no me gusta actuar así, que querría que las cosas hubiesen ido de otra manera, pedir perdón y reformular la situación des de una mirada jirafa. Y claro, todo esto pasa por perdonarme, aquí la compasión es clave; darme un autoabrazo de esos de “lo has hecho lo mejor que podías, intentabas cubrir tus necesidades de agilidad, descanso, facilidad… y tendrás millones de oportunidades de hacerlo de otra manera”.

 

Tal vez pueda parecer muy complicado así de primeras pero, os aseguro que con una buena práctica de autoempatía, este proceso interno de autoperdón, sale casi solo.

 

Vale la pena dedicar un tiempo a ENMENDAR, si en el momento no se puede porque llegamos tarde a clase, estamos haciendo la compra o nos esperan, lo hacemos más tarde.  A veces por las prisas lo “arreglamos” con un decretazo, cogemos un atajo y nos desviamos del camino  y luego llegan las consecuencias naturales; malestar, peleas, falta de colaboración…. Y es que no en vano se dice lo de “no hay atajo sin trabajo”.

 

Me encantaría leer tus comentarios y dudas, entre todes aprendemos y seguimos practicando la comunicación noviolenta!

 

Francina Balagué Bellido