En todas las empresas, se viven diariamente situaciones donde una Comunicación Sin Violencia, puede ser clave para que se conduzcan de la forma adecuada. Nuestra experta facilitadora en Comunicación no violenta, Francina Balagué, lleva más de 15 años de experiencia en Comunicación Noviolenta, y mediante diferentes herramientas que se pueden facilitar en el momento preciso, se puede lograr ese ambiente de cohesión y conexión que toda empresa desea y necesita.
Implementar, en su empresa, esta figura, puede evitar muchos conflictos y ayudar enormemente al rendimiento, buen ambiente, trabajo en equipo…
Es muy habitual que un/a trabajador/a, A, acuda a otr@ compañer@, B, en momentos de malestar con su trabajo, ya sea con la actividad, con otro compañero o con algún superior. Cuando esto pasa, el compañero que escucha sus quejas tiene que dejar su trabajo, pierde la concentración en lo que estaba haciendo y mira de acoger este malestar. En el” mejor” de los casos, tratará de consolarle un poco y quitarle importancia. Este primer caso, aunque el compañero no ha entrado en la rueda de queja, no soluciona las cosas porque A sigue sin estar bien, necesitaba escucha y empatía y no la ha recibido. Aunque es más probable que, como B no tiene herramientas para empatizar, simpatice con A y haga suyo también sus juicios. Con lo que pasamos de tener 1 a tener 2 personas con malestar y que, además, llevan un rato sin poder dedicarse a sus tareas porque están, intentando gestionar estas emociones y pensamientos que les impide trabajar a pleno rendimiento. Y más probable aún es que, como ambos no se han quedado bien y no han recibido empatía, vayan a buscar una tercera y cuarta persona y así, como una onda expansiva, pasamos de tener una persona que, como nos puede pasar a todos, ha tenido un mal momento y necesita un poco de apoyo y empatía a tener varios trabajadores con malestar, frustración y que han estado perdiendo tiempo de trabajo y lo que es peor, motivación.
Nada de esto pasaría si A, al igual que todos sus compañeros, tuviera acceso a una persona/compañer@ experta en empatía y comunicación sin violencia que pudiese escucharle y acogerla sin entrar en su película. Una persona que le facilitara un espacio y herramientas para hacer de este malestar una oportunidad para crecer y mejorar.
Puede que, al principio, se requiriera muy a menudo de estos servicios y que pareciera que los trabajadores son dependientes de este espacio de apoyo, pero está demostrado, que las herramientas de CNV, empoderan a las personas y conforme los trabajadores recibieran estos servicios, irían aprendiendo a gestionarse sus pequeños conflictos cotidianos y no necesitarían tan a menudo de este apoyo. El ambiente en la empresa sería mucho más saludable, de conexión, relajado y de apoyo mutuo. Con el tiempo bajarían los conflictos visibles e invisibles entre las compañeras y se respiraría una paz y harmonía generalizada.
¿Quién no desea esto para su empresa? ¿quién no quiere trabajadores felices y agradecidos?
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