El diálogo ababab, técnica de comunicación no violenta

Esta semana, además del artículo nos alegra recordaros que ya están aquí las nuevas sesiones gratuitas para practicar CNV con Francina y Noelia Jiménez, amiga y compañera formadora de Comunicación No violenta.

Si quieres practicar las bases de esta poderosa herramienta, con personas con valores afines a los tuyos y de la mano de dos profesionales expertas en grupos y CNV, apúntate a nuestras sesiones gratuitas.

 

Tienes dos online y dos presenciales.

Online; 22 de 17h a 19’30h y 29 de abril de 10h a 12’30h

Presenciales: Reus: 13 de mayo y Vilafranca del Penedès: 20 de Mayo

Toda la información e inscripciones aquí

 

Y ahora sí, vamos con el artículo de practicando la cnv, el diálogo ababab

 

 

 

El lunes en nuestro Grupo de prácticas de CNV, seguimos viendo cómo se enfocan los conflictos des de la Comunicación Noviolenta y compartí con el grupo, una técnica de mediación que aprendí de Alan Rafael Seid, formador del que admiro, especialmente, su manera de transmitir la CNV y al que agradezco, de nuevo, su generosidad a la hora de compartir herramientas.

 

Esta versión es muy sencilla y los resultados, si se sigue la consigna, pueden ser muy potentes. Se trata de seguir este esquema:

 

  • Persona A: se expresa con honestidad.
  • Persona B: hace un reflejo de lo que ha escuchado. (Te dejo un enlace sobre cómo hacemos los reflejos en CNV, para no repetirme aquí)
  • Persona A: confirma si ha sido entendida, si le sirve ese reflejo o quiere corregir algo (en caso de corrección, B volvería a hacer el reflejo con las correcciones).
  • Persona B: se expresa con honestidad.
  • Persona A: hace un reflejo de lo que ha escuchado. 
  • Persona B:  confirma si ha sido entendida, si le sirve ese reflejo o quiere corregir algo (en caso de corrección, A volvería a hacer el reflejo con las correcciones).

 

Y así sucesivamente hasta que haya un entendimiento o hasta que se decida porque, a lo mejor no se da por terminado y se acuerda seguir en otro momento.

 

Como te decía, la transformación que se da es impresionante porque el hecho de “obligarnos” a escuchar para decir lo que hemos escuchado, antes de contestar, hace que la reactividad de ambxs baje más y más en cada intervención. Pasamos de una actitud de  ataque y defensa a una actitud de escucha y comprensión. Y no te preocupes si las primeras veces os equivocáis a la hora de reflejar o os sale el piloto automático de responder, rectificáis y seguís. Si nos confundimos o nos dejamos algo en el reflejo, la otra persona ya nos lo dirá y al revés, ya se lo diremos. Y si no entiendes lo que es el reflejo, limítate a repetir lo que has escuchado, lo importante es la voluntad.

 

Cosas a tener en cuenta para que, según mi experiencia con esta técnica, funcione:

 

-Puede ayudar una tercera persona que vele para que se cumplan los turnos, aunque no es imprescindible.

 

-Es importante que ambas personas A y B, tengan ganas de trabajarse el conflicto, no importa que, al empezar se crean con la razón y vean a la otra como culpable o equivocada, lo importante es la voluntad de poner algo de su parte para que se desencalle la situación

 

-Pone honestidad porque cuanto más honestas seamos a la hora de expresarnos, más satisfacción obtendremos a la hora de recibir los reflejos, porque si yo digo que me molesta el desorden pero en realidad lo que me enfada es que elijas quedarte con tus compañerxs después del trabajo, en vez de venir a casa, cuando tu me digas “escucho que te enfada que la casa esté desordenada”, no recibiré comprensión por tu parte porque, en realidad no estoy molesta por la necesidad de orden, sinó de compañía.

 

-Aunque lo veamos un poco forzado, sigamos el esquema sin saltarnos ningún paso, sólo así nos aseguramos una escucha por igual.

 

-Si ya sabes/sabéis un poco de CNV y detectáis sentimientos y necesidades, cuando hagáis el reflejo, podéis preguntar a la otra persona si se sienten de esta manera y si para ellx es importante la necesidad que habéis intuido.

 

Te pongo un ejemplo propio para ilustrarlo

 

  • Persona A: se expresa con honestidad

Me enfada mucho que cuando yo le digo a nuestro hijo que, como no dejó la crema de alivio de picaduras en su sitio, yo lo pasé mal ayer por la noche con 4 picaduras y no podía dormir, tú hagas una bromita de las tuyas. De esta manera, parece que  no te importa ni mi malestar ni que él ponga atención en el orden. Y si en tu casa no te importa vivir en el caos es tu historia, pero en la mía quiero que funcionemos de otra manera. No te metas en mis normas igual que yo no me meto en las tuyas.

Escucho que te enfada cuando hago broma sobre tu malestar causado por las picaduras y porque Pau no dejó la crema en su sitio porque piensas que no me importa que lo pasaras mal ni que Pau sea ordenado. Y me pides que no me meta cuando le expresas tu malestar y le pides que deje las cosas en su sitio. ¿Es así?


  • Persona A: confirma si ha sido entendida, si le sirve ese reflejo o quiere corregir algo (en caso de corrección, B volvería a hacer el reflejo con las correcciones)

A:Sí y que en tu casa hagas lo que quieras pero que no te metas en la manera que funcionamos o que quiero que se funcione en la mía.

B: vale, que al igual que tú no te metes en las normas que pongo en mi casa, no quieres que yo me meta en las de la tuya. ¿Sí?

A: eso es

 

  • Persona B: se expresa con honestidad

Pues que quieres que te diga, creo que eres muy pesada con lo del orden y me gusta sentirme libre para hacer una broma con mi hijo si algo me parece gracioso


Escucho de tí que se te hace pesado mi gestión del orden, imagino que te cansa escucharme repetir lo mismo y que si algo te da risa, te gusta poder hacer broma con tu hijo y sentirte libre para hacerlo, ¿es así?

  • Persona B:  confirma si ha sido entendida, si le sirve ese reflejo o quiere corregir algo (en caso de corrección, A volvería a hacer el reflejo con las correcciones)

Sí tal cual

 

Y volveríamos a empezar la ronda. Es probable que los primeros reflejos los hagamos más con las ganas de que nos diga que sí para poder volver a hablar nosotrxs que no con la intención de ofrecer comprensión. No pasa nada, es normal porque estamos con muchas ganas de ser escuchadxs y seguramente bastante estimuladxs. Pero ya verás que, poco a poco, al recibir escucha de la otra persona, las ganas de conectar van ganando terreno y te irás centrando más en lo que escuchas hasta que se dé un equilibrio entre “escuchar y ser escuchadx” y “comprender y ser comprendidx”.

Y es que aunque tener la razón está genial, la conexión, me llena mucho más, como decía Marshall Rosenberg: “conectar antes que educar”.

 

Que tengas un feliz día, 🤗🌻, Francina

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