Comunicación noviolenta en familia

Llevar la CNV a la/s familia/s, ha sido y sigue siendo un anhelo y un reto para mí. Como madre sé muy bien lo rápido que nos puede resultar soltar chantajes, amenazas, castigos, culpas etc. Y también he podido comprobar que, si mis hijxs hacen lo que yo les pido por miedo a una posible consecuencia, a medio-largo plazo, no es sostenible. Marshall Rosenberg nos lanzaba esta pregunta:

 

“¿qué motivos quiero que tenga la otra persona para hacer lo que le pido?”

 

Estoy segura de que casi todas las madres y padres diríamos algo parecido a: “que quiera contribuir a mi bienestar, a la familia etc.” y que no queremos que lo hagan porque si no nos mosqueamos o se quedan sin tele.

 

Esta reflexión nos encanta y soñamos con que nuestrxs hijxs conecten con esa necesidad y a la vez, en todas las formaciones salen preguntas como está:

 

“¿Qué hacemos cuando son las 8:45 de la mañana y no hay manera de que se vista y esté listx para salir de casa y queremos llegar a las 9:00 al colegio? Y, en esos momentos nuestrx hijx, no está nada conectada con querer contribuir porque está con mucha necesidad de descanso o de juego o de respeto por su ritmo, o de autonomía, ¿por decir algunas? ¿Hay alguna manera de que en esos momentos cambie de necesidad y nos lo ponga fácil?”

 

Y claro, ante eso, como formadora, lo primero que me sale es ofrecer empatía, porque sé muy bien lo mucho que frustra y desgastan estas situaciones cargadas de estrés, prisa, tensión y tan faltas de empatía y conexión. Lo segundo es compartir mi experiencia por si ayuda.

 

Tras más de 15 años con la comunicación no violenta y 13 como madre, estoy en un punto en que creo que el margen de acción no está en esos momentos álgidos porque materialmente no tenemos el tiempo para darles empatía, más allá que también sea difícil abrir el corazón a sus necesidades cuando estamos estresadxs porque llegamos tarde al cole y al trabajo. 

 

La buena noticia es que, si fuera del momento de estrés, nos damos auto empatía (o nos la dan), podremos empatizar y abrir nuestro corazón a sus necesidades y cuando las tengamos presentes y conectemos con ellas, podremos ofrecer empatía a nuestrxs hijxs y validarles sus necesidades y sentimientos. Podremos decirles que entendemos que a menudo, por las mañanas les sea difícil levantarse, que entendemos que quieran jugar o dormir más o nuestra compañía y que sentimos no poder ofrecérselo en esos momentos pero que podemos hacerlo en otros.  

 

Si nosotrxs recibimos empatía, podremos empatizar con ellxs y si ellxs reciben nuestra empatía, podrán escuchar nuestros sentimientos y necesidades y buscar juntxs estrategias para cuidarnos.

 

Pero todo esto requiere tiempo y calma, por eso es importante hacerlo fuera del momento de estrés. Y si hacemos este trabajo fuera de los momentos estresantes, cuando se vuelva a dar otra situación de estas podréis mirarlos a los ojos con mucho amor (y nervios por la pisa también, lo sé) y decirles algo así como: “lo siento, lo siento mucho, sé que irnos ahora no es lo que quieres y a la vez, nos vamos a ir porque llegar a la hora es importante para mí”.

 

Y luego de camino, lo que yo hago es ofrecerles más empatía y recordar lo que habíamos hablado.

 

No es magia, pero al menos, ayuda a la conexión y a que esas rutinas complicadas sean un poco más ligeras y no deterioren la relación. 

 

Sintetizando:

 

En momentos de calma:todxs.

 

-Daros auto empatía o buscad alguien que os la dé.

-Intentad adivinar qué necesidades quieren cubrir vuestrxs hijxs en esos momentos y 

-Apuntad en un papel todas esas situaciones que se repiten y son tan desagradables para empatizad con esas necesidades.

-Dadles empatía, validadles sentimientos y necesidades.

-Compartid vuestros sentimientos y necesidades con ellxs.

-Buscad juntxs posibles soluciones, acciones, estrategias para cubrir las necesidades de todxs.

 

En los momentos de estrés:

 

-Respirad profundo, miradles con amor y decidles algo parecido a: “lo sentimos, lo sentimos mucho, sabemos que irnos ahora no es lo que quieres y a la vez, nos vamos a ir porque llegar a la hora es importante para nosotrxs”.

 

Y en cuanto vuelva la calma, dadles más empatía y compartid lo que es importante para vosotrxs.

 

No os voy a engañar, es un trabajo de picar piedra, sobre todo porque es algo nuevo para todxs y porque están muy conectados con sus necesidades de juego y libertad. Pensad que, en el fondo, se pasan el día obedeciendo… Sobre todo, mucho amor, paciencia y perseverancia en forma de empatía y a auto cuidarse mucho para poder dar todo eso.

 

Os comparto una foto del último taller que hicimos de “CNV en familia”, en la naturaleza, fue muy rico y me enterneció ver a madres y padres con sus peques explorando necesidades y practicando la escucha, la expresión honesta, jugando con jirafas y chacales…

 

Si tienes interés en nuestros talleres de CNV para familias, puedes ver más detalles en este enlace.

 

Espero que te haya gustado y servido el artículo, feliz día! Franzina 🤗🌻

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