El placer (o no) de contribuir. Práctica de CNV

Contribuir es considerado, desde la CNV, una Necesidad universal. En general a todas las personas nos gusta hacer algo para lxs demás, contribuir a su bienestar, vamos. Y si no, para un momento y piensa en algo que hayas hecho queriendo por alguien. Cierra un momento los ojos y acuérdate de qué hiciste, cómo se sintió la otra persona, como reaccionó a tu aportación… ¿Estás sonriendo verdad? Leí que el mismo Marshall Rosenberg empezaba algunos de sus talleres pidiendo a lxs asistentes que recordasen una situación parecida y desde ahí hablaba de las Necesidades como motor etc...

Sí, contribuir a lxs demás cuando lo haces “porque te da la gana” es fantástico. Pero…

 ¿qué pasa cuando, por las razones que sean, decidimos hacer algo por alguien sin esa alegría, sin esas ganas?

 

Probablemente en estas pasadas fiestas habrás hecho cosas que no te apetecía demasiado hacer como ir a comer a casa de ese familiar que no te cae bien, participar en celebraciones que no te apetecía nada, comprar regalos que piensas que no son necesarios… ¿sigo? Y no sé si a ti también te pasa, a mí, cuando hago algo a disgusto o no muy a gusto, me queda un sabor amargo y se despierta en mí unas ganas de encontrarle sentido a por qué lo he hecho.

Y eso es lo que vamos a hacer hoy. Explorar una de esas situaciones para ver si nos quitamos el sabor amargo y le encontramos un sentido.

Coge tus listas de Sentimientos y Necesidades y vamos a ello, yo lo haré contigo.

 

PRÁCTICA DE CNV


  1. Elige una experiencia concreta en el que has hecho algo por alguien, aunque no te apetecía hacerlo, sabiendo que contribuías a su vida, ya sea porque te lo pidió, porque tú viste que le haría bien... des de el “tengo que”

Ej: ir con mi hijo al gimnasio cuando me lo pide.

 

2.                  Reflexiona sobre ese momento.  Date un espacio para recordar y rememorar qué hiciste, cómo respondió la otra persona, qué necesidades crees o sabes  que cubrió… Aquí puedes expresarte como salga, puedes dejar tus chacales libres.

                Ej.: Pau me insiste hasta la saciedad para que vaya con él al gimnasio y a mí por un lado me gusta hacer algo con él y por el otro me da mucha pereza cambiarme, salir de casa... prefiero ir a correr por aquí o hacer mis ejercicios. Además, se pone muy pesado insistiendo y si le digo que no me siento culpable y mala madre. Por otro lado, cuando voy está tan contento y tan agradecido que noto mucha conexión y me encanta…Es una mezcla.

 

3.                  Responde por escrito a estas preguntas:

  • ¿Con que sentimientos conectas? Es importante que los valides y acojas. (Recuerda que sentimientos y necesidades se validan)

Ej.: Me siento dividida, por un lado, harta y agobiada y por el otro amorosa, abierta, conectada.

  • ¿Qué necesidades tuyas NO estaban siendo satisfechas en ese momento? Date un momento para validarlas y conectar con ellas.

Ej.: Libertad, facilidad, realidad compartida, tranquilidad, empatía.

  • ¿Por qué lo hiciste? ¿De qué necesidades querías cuidar? Date un momento para validarlas y conectar con ellas ¿Fue una estrategia eficaz? las cuidaste haciendo eso? 

Ej.: Contribuir, cuidado, conexión, salud. La verdad es que es una estrategia estupenda para todo esto, sí.

  • Y ahora, la pregunta estrella: ¿se cubrieron más necesidades de las que planeabas cuidar? Date un momento para validarlas y conectar con ellas.

Ej.: pues, recordando y explorando con más profundidad, veo que también se cubren necesidades de: diversión, juego, compartir, intimidad, apoyo mutuo y reciprocidad (porque luego él está más abierto a colaborar)

  • ¿Qué te ha parecido el ejercicio?, ¿te ha servido?, ¿hay algo que te haya sorprendido?


  • Si tienes la oportunidad de hacerlo con alguien, te recomiendo mucho que hagas este Trabajo en Parejas: Empatía y Necesidades.

  1. Comparte tu experiencia anterior con una pareja durante 15 minutos.
  2. La otra persona practica la escucha empática, reflejando, reformulando lo que oye sin juzgar, enfocándose en los sentimientos y necesidades que percibe.
  3. Invertid roles.

He hecho varias veces este ejercicio sola, en pareja y lo he facilitado en varios grupos, la última vez en nuestro GRUPO DE PRÁCTICAS DE CNV y ha gustado y servido mucho, por eso he decidido compartirlo contigo hoy, para CONTRIBUIR 😉

 

Ojalá que tú también lo hayas disfrutado. Recuerda que si quieres seguir Practicando la Comunicación no violenta, puedes sumarte a nuestro GRUPO DE PRÁCTICAS DE CNV, hacer sesiones de tutoría o empatía y que en nuestro BLOG tienes más de 100 prácticas gratuitas de CNV.

 

 

Un abrazo y feliz Práctica, Francina🌻🦋

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