La Comunicación No Violenta en Asturias


Hace ya un tiempo que venimos impartiendo talleres de Comunicación No Violenta en Asturias, si bien, ahora, desde que apareció en nuestras vidas el Covid19, nos hemos tenido que adaptar y pasar a los talleres online de cnv, para que todo el mundo que quisiera y no pudiera desplazarse a nuestra sede, pudiera participar en los talleres de Comunicación No Violenta por internet, y la verdad, es que estamos muy satisfechas de como ha ido el resultado y de lo bien que conseguimos conectar con cada grupo y cada sesión de comunicación no violenta que estamos impartiendo con nuestra facilitadoras de CNV. Así pues, si eres de Asturias, de cualquier pueblo, ya no tienes límite, puedes inscribirte en nuestros talleres online de CNV rellenando el siguiente formulario.

 

Qué es la 'Comunicación No Violenta' y por qué deberías usarla en tu día a día

 

Saber comunicarnos es la tarea pendiente de cada uno de nosotros. Porque, aunque creamos hacerlo de manera adecuada, siguen surgiendo conflictos y malentendidos en nuestras relaciones. Para poner fin a esto, el psicólogo estadounidense Marshall Rosenberg desarrolló una nueva herramienta para entendernos: la Comunicación No Violenta (CNV) o también llamada comunicación empática o comunicación colaborativa. Te explicamos en qué consiste.

 

¿Qué es la Comunicación No Violenta?

 

La comunicación es la piedra angular de nuestras relaciones. A través de ella nos entendemos y podemos avanzar hacia la creación de un mundo mejor, el problema radica en que no sabemos comunicarnos tan bien como creemos. Desafortunadamente, la mayoría de nosotros ha sido educado bajo modelos que enfatizan el competir, juzgar y etiquetar junto a la anticipación de los hechos y la clasificación moral del bien y mal. Y esto no hace nada más que complicar nuestras conversaciones generando malentendidos y provocando reacciones violentas en el peor de los casos.

 

Tenemos la mala costumbre de querer llevar la razón, imponer nuestro criterio a los demás y limitarnos a nuestra perspectiva. Y en el caso de que escuchemos tan solo lo hacemos para rebatir o criticar. Nuestra comunicación es agresiva. Un vicio que complica nuestras relaciones y en ocasiones, genera sufrimiento.

 

 

 

Ante este panorama y basándose en la premisa de que los conflictos surgen por no saber comunicar claramente las necesidades, el psicólogo Marshall Rosenberg ideó un nuevo tipo de comunicación con el objetivo de encontrar un sistema que nos permitiera comunicarnos de manera más asertiva y coherente con nuestros valores personales. Y así surgió la Comunicación No Violenta como la oportunidad de reinventar nuestra forma de relacionarnos.

 

 

 

Este nuevo tipo de comunicación nos ayuda a intercambiar la información necesaria para resolver los diferentes conflictos que surjan desde la empatía y la tranquilidad. La CNV consiste en hablar y escuchar desde el corazón para conectar con nosotros mismos y con los demás, permitiendo que aflore un sentimiento de compasión. En palabras de Rosenberg “Cuando nuestra comunicación permite dar y recibir de una manera compasiva, la felicidad reemplaza a la violencia y el sufrimiento”.

 

 

 

Los cuatro componentes que hacen posible la CNV, según Marshall Rosenberg, son:

 

 

 

    Observar sin evaluar. Saber comunicarnos implica librarnos de la posibilidad de realizar todo juicio de valor y etiquetaciones. Se trata de convertir nuestras palabras en ventanas en lugar de puertas que bloquean una conversación. Esto no significa que no juzguemos sino que seamos capaces de separar aquello que observamos de nuestros juicios.

 

 

 

    Identificar y expresar los sentimientos y las emociones. Expresar cómo nos sentimos desde la responsabilidad facilita la relación con los demás porque les invitamos a conocernos. De este modo nos hacemos visibles y nos podrán tener en cuenta, aunque destapemos nuestra vulnerabilidad por otro lado.

 

 

 

    Reconocer y comprender las necesidades insatisfechas que hay detrás de los sentimientos. Este componente hace referencia a la responsabilidad emocional en todo regla. Por lo que los demás no son los causantes de cómo nos sentimos, ya que esa emoción la generamos nosotros. La clave está en saber recoger nuestras emociones y hacernos responsables de ellas. De lo contrario, estaremos regalando a los demás el control sobre nuestra vida. Detrás de cada emoción hay una necesidad escondida.

 

 

 

    Utilizar un lenguaje positivo y sano para pedir acciones que aumenten nuestro bienestar. Cuidar la forma en que nos dirigimos a los demás es fundamental para librarnos de los conflictos y malentendidos. Saber expresar aquello que queremos bajo la tranquilidad y un lenguaje positivos potenciará nuestras relaciones.

 

 

¿Y tú qué eres: Chacal o Jirafa?

 

 

Rosenberg utilizaba dos animales como símbolo para explicar la CNV, que incluso, llegó a escenificar con dos marionetas en sus conferencias: El Chacal y la Jirafa. Según él, cada uno de nosotros podía adoptar una actitud u otras en nuestras relaciones.

 

Las personas ‘chacal’ son aquellas más predominantes en la sociedad y que se definen por comportamientos como la dominancia, la exigencia, la competición, lo bueno o lo malo y el castigo o la recompensa. Utilizan el lenguaje de la crítica, el sarcasmo y la acusación. Son auténticos obstáculos para una sana comunicación. Por otro lado, las personas jirafa intentan ser objetivas en la medida de lo posible y tienen en cuenta los sentimientos y las necesidades tanto propias como las de los demás. Son aquellos que practican la comunicación compasiva. De modo que si hablamos ‘jirafo’ facilitaremos la conexión emocional con los demás y lograremos una comunicación mucho más efectiva.

 

 

Beneficios de la Comunicación No Violenta

 

 

 

Según el Instituto de la Comunicación No Violenta a través de ella, podremos:

 

 

 

    Crear relaciones personales basadas en la compasión, el respeto y la cooperación.

 

 

 

    Aprender a resolver conflictos

 

 

 

    Sanar experiencias pasadas

 

 

 

    Saber decir no y aceptar la negativa de los demás

 

 

 

    Afrontar sentimientos de culpa, miedo o vergüenza

 

 

 

    Desarrollar habilidades de escucha y comprensión

 

 

 

    Dar fin a formas de pensamiento que nos llevan a discusiones, ira o depresión

 

 

 

    Identificar las necesidades propias y las de los demás

 

 

 

De este modo, si incluimos la CNV en nuestro día a día crearemos conexiones de calidad con los demás en las que tanto sus deseos como necesidades son tenidos en cuenta al igual que lo nuestros para contribuir al bienestar.

 

 

¿Cómo poner en práctica la CNV?

 

 

 

La Comunicación No Violenta puede aplicarse en todos los ámbitos ya sea el familia o laboral, además de en nuestras relaciones íntimas y en contextos como las negociaciones diplomáticas y comerciales o el asesoramiento psicológico. Todo tiene cabida desde esta nueva forma de comunicarnos. Ahora bien para comenzar a ponerla en practica en nuestras relaciones, empezaremos por:

 

 

 

    Conectar con uno mismo. Para crear conexiones sanas y de calidad con los demás previamente tenemos que mantenerlas con nosotros mismos, con nuestros sentimientos y necesidades desde la autoempatía. Esto es desde una profunda y compasiva percepción desde la propia experiencia interior. Cuando seamos capaces de no enjuiciarnos y tratarnos con admiración y respeto estaremos preparados para ponerlo en práctica con los demás.

 

 

    Conectar con los demás. Tras este primer paso, pasaremos al siguiente: empalizar con las personas que nos rodean. En este punto intentaremos detectar las necesidades y sentimientos de los demás para fomentar su comprensión y evitar la comunicación agresiva. La clave está en hacer visible al otro en nuestras conversaciones y ser conscientes de su perspectiva.

 

 

 

    Intercambiar informaciones desde el respeto y la compasión. El último paso consiste en pasar del yo y el tú, al nosotros en un libre intercambio de información de manera armónica y equilibrada entre nosotros y los demás desde la honestidad.

 

 

 

La Comunicación No Violenta es dar el corazón para recibir el de los demás y poder comunicarnos desde la calma. Es hacernos visibles para no solo tenernos en cuenta a nosotros sino también a los demás. La CNV es el soporte de las relaciones sanas.