En todos los institutos y centros educativos, se viven diariamente situaciones donde la Comunicación no violenta, puede ser clave para que se conduzcan en pro del bien común.

Educadores, padres y madres, anhelamos que nuestros jóvenes puedan tener, también en los institutos y escuelas, un apoyo y herramientas que les ayuden a sentirse bien, en armonía y con tranquilidad, a que puedan experimentar la satisfacción personal y grupal de estar a gusto consigo mismx y con lxs demás, para poder crecer felices y hacer frente a las dificultades y superarlas en positivo.

Para ello, Practicando la Comunicación No violenta, ha creado la figura del/ de la Wisher, un perfil clave en cualquier centro educativo que quiera tener a sus  alumnxs y docentes felices, agradecid@s y entregad@s.

Wisher tiene su origen en la expresión "QUERER EL BIEN" y es un/a profesional expertx en comunicación empática (basada en la Comunicación no violenta) que, ayuda a detectar las necesidades en cualquier situación y las acompaña con las herramientas que son más convenientes para ese momento en concreto, de manera que las personas implicadas puedan encontrar las soluciones óptimas, facilitando su empoderamiento y la conexión consigo mismxs y con lxs demás.

Nuestra Wisher, Francina Balagué, experta facilitadora en CNV, lleva más de 15 años de experiencia en Comunicación Noviolenta, y 13 años de maternidad y  desde este bagaje profesional y personal, aplica las herramientas necesarias, en el momento preciso, para facilitar un ambiente de seguridad emocional, armonía y respeto que todo centro educativo necesita. 

La Comunicación noviolenta nos ayuda a saber conectar con nuestras necesidades y las de las demás personas y a empoderarnos para encontrar estrategias que nos permitan cubrirlas de manera que contribuyamos a la vida.

Por ejemplo; un alumnx, para cubrir su necesidad de diversión (algo legítimo y natural), puede: 

a) mofarse y ridiculizar a otrx alumnx 

b) jugar a lxs cartas, practicar un deporte, leer, contar chistes…

La gran diferencia es que aplicando la primera hay alguien que sufre y desgraciadamente, este tipo de estrategias se están generalizando entre nuestrxs jóvenes. Con la comunicación empática, a partir del bienestar personal, fomentamos la conexión y las ganas de contribuir al bienestar de lxs demás.

Pero, para lograr estas ganas, es importante que lxs alumnxs reciban, de su entorno, el mensaje de que sus sentimientos y necesidades importan también.

 ¿Y cómo lograr esto?

Contar con una Wisher que acompaña, en persona, al alumnado, profesorado y dirección cuando lo necesita, dando empatía, escucha, mediando, aportando herramientas como dinámicas, juegos de rol, ejercicios etc.. favorece un clima escolar más positivo, que se de un entorno  de protección que promueva el bienestar emocional de toda la comunidad educativa y el establecimiento de vínculos que fomenten el sentimiento de pertenencia, la cohesión con el grupo, el reconocimiento de la diferencia, la equidad, la seguridad emocional y las relaciones personales positivas, y la convivencia pacífica.

Pedimos a lxs alumnos que se comporten “bien”y que estudien mucho. Pedimos a lxs profesores que se formen y resuelvan todos los conflictos y malestares que se dan en las aulas. 

Pedimos a la dirección de los centros explicaciones y medidas respecto a los casos de bullying, suicidios, fracaso escolar etc..

Les pedimos todo esto sin poner el foco en que la mayoría de nuestrxs jóvenes están sufriendo, que viven desconectadxs de sus necesidades e inmersos en un mundo virtual donde todo se da “ya mismo”,  en que el profesoradx, en gran medida, está saturado de trabajo, cansado emocionalmente y sin herramientas ni tiempo (porque tienen un currículum que enseñar también), para acompañar emocionalmente a unxs alumnxs que necesitan mucha dedicación y en que la dirección de cada centro, tiene que hacer “magia” con los recursos que recibe y que, resulta evidente y frustrante, hoy por hoy son insuficientes.

El objetivo máximo de la actuación de lxs Wishers es facilitar “el bienestar” y para ello:

1. Atienden a lxs alumnxs cuando tienen un problema, se sienten mal, están confundidxs…, ofreciéndoles apoyo a través de la escucha, la empatía y dándoles herramientas para que aprendan a gestionar su mundo emocional.
2. Intervienen y median cuando hay un conflicto entre alumxs, entre alumnx y profesor/a, entre profesorxs, entre dirección y alumnxs etc.
3. Acompañan y apoyan emocionalmente a lxs docentes  en su día a día para que puedan estar mejor consigo mismxs  y esto revierta positivamente en su trabajo como docente.
4. Ofrecen herramientas y formación a lxs docentes para acompañar y favorecer el bienestar emocional dentro del aula.
5. Actúan dentro del aula y en el Centro a modo de prevención fomentando hábitos de empatía, escucha, inclusión, cohesión, respeto y conexión.
6. Detectan y facilitan herramientas para dar una respuesta grupal en situaciones de riesgo de malestar emocional en el alumnado y profesorado.
7. Sensibilizan y ofrecen formación a la comunidad educativa respecto a la importancia del bienestar emocional.
8. Favorecen espacios para las familias en los que compartir experiencias e inquietudes y ofrecerles  herramientas y recursos para la gestión emocional de sus hijxs.

Como seres humanos que vivimos en sociedad, deseamos espacios en los que niñxs, jóvenes y adultxs, cultivemos la habilidad de aprender, que implica la capacidad de reflexionar sobre unx mismx para autoconocerse, aceptarse y promover un crecimiento personal constante; gestionar el tiempo y la información eficazmente; conectar y colaborar con otrxs de forma constructiva; mantener la resiliencia y gestionar el aprendizaje a lo largo de la vida. 

Si queremos esto, demos una oportunidad a la CNV e implementémosla, también en la Educación.